En 1821, un matemático francés, Augustin Louis
Cauchy, consiguió un enfoque lógico y apropiado del cálculo. Cauchy basó su
visión del cálculo sólo en cantidades finitas y el concepto de límite. Sin
embargo, esta solución planteó un nuevo problema, el de la definición lógica de
número real. Aunque la definición de cálculo de Cauchy estaba basada en este
concepto, no fue él sino el matemático alemán Julius W. R. Dedekind quien
encontró una definición adecuada para los números reales, a partir de los
números racionales, que todavía se enseña en la actualidad; los matemáticos
alemanes Georg Cantor y Karl T. W. Weierstrass también dieron otras definiciones casi al
mismo tiempo. Un problema más importante que surgió al intentar describir el
movimiento de vibración de un muelle estudiado por primera vez en el siglo XVIII
fue el de definir el significado de la palabra función. Euler, Lagrange y
el matemático francés Joseph Fourier aportaron soluciones, pero fue el
matemático alemán Peter G. L. Dirichlet quien propuso su definición en los
términos actuales.
Además de fortalecer los fundamentos
del análisis, nombre dado a partir de entonces a las técnicas del cálculo, los
matemáticos del siglo XIX llevaron a cabo importantes avances en esta materia.
A principios del siglo, Carl Friedrich Gauss dio una explicación adecuada del
concepto de número complejo; estos números formaron un nuevo y completo campo del análisis,
desarrollado en los trabajos de Cauchy, Weierstrass y el matemático alemán Bernhard Riemann. Otro importante
avance del análisis fue el estudio, por parte de Fourier, de las sumas
infinitas de expresiones con funciones trigonométricas. Éstas se conocen hoy
como series de Fourier, y son herramientas muy útiles tanto en las matemáticas
puras como en las aplicadas. Además, la investigación de funciones que pudieran
ser iguales a series de Fourier llevó a Cantor al estudio de los conjuntos
infinitos y a una aritmética de números infinitos. La teoría de Cantor, que fue
considerada como demasiado abstracta y criticada como “enfermedad de la que las
matemáticas se curarán pronto”, forma hoy parte de los fundamentos de las
matemáticas y recientemente ha encontrado una nueva aplicación en el estudio de
corrientes turbulentas en fluidos.
Otro descubrimiento del siglo XIX que
se consideró abstracto e inútil en su tiempo fue la geometría no
euclídea. En esta geometría se pueden trazar al menos dos rectas paralelas a una
recta dada que pasen por un punto que no pertenece a ésta. Aunque descubierta
primero por Gauss, éste tuvo miedo de la controversia que su publicación pudiera
causar. Los mismos resultados fueron descubiertos y publicados por separado por
el matemático ruso Nikolái Ivánovich Lobachevski y por el húngaro János Bolyai.”(3)
“En
la geometría encuentro ciertas imperfecciones que considero la razón por la
cual esta ciencia, a parte de ser transición a lo analítico, no puede avanzar
más allá del estado en que llegó a nosotros desde Euclides. Entre
estas imperfecciones encuentro la oscuridad de los conceptos fundamentales de
las magnitudes geométricas y de los modos y métodos de representar la medición
en estas magnitudes, y con finalmente los vacíos ocasionados en la teoría de
las paralelas, cuyos intentos de remiendo por parte de los matemáticos han sido
hasta el momento vanos.”
Nikolái Ivánovich Lobachevski, The Theory of
Parallels,1840.(2)
“Las geometrías no euclídeas fueron
estudiadas en su forma más general por Riemann, con su descubrimiento de las
múltiples paralelas. En el siglo XX, a partir de los trabajos de Einstein, se le han
encontrado también aplicaciones en física.”
Observa la representación gráfica de las siguientes funciones de
Riemann:
La superficie de la función (z^2-1)1/4 de Riemann (2)
Superficie de la función (z^4)-1/4 de
Riemann.(2)
¿A qué son interesantes?.
“Gauss es uno de los más importantes
matemáticos de la historia. Los diarios de su juventud muestran que ya en sus
primeros años había realizado grandes descubrimientos en teoría de números, un
área en la que su libro Disquisitiones
arithmeticae (1801) marca el comienzo de la era moderna. En su
tesis doctoral presentó la primera demostración apropiada del teorema
fundamental del álgebra. A menudo combinó investigaciones científicas y
matemáticas. Por ejemplo, desarrolló métodos estadísticos al mismo tiempo que
investigaba la órbita de un planetoide recién descubierto, realizaba trabajos
en teoría de potencias junto a estudios del magnetismo, o estudiaba la
geometría de superficies curvas a la vez que desarrollaba sus investigaciones
topográficas.
De mayor importancia para el álgebra
que la demostración del teorema fundamental por Gauss fue la transformación que
ésta sufrió durante el siglo XIX para pasar del mero estudio de los polinomios
al estudio de la estructura de sistemas algebraicos. Un paso importante en esa
dirección fue la invención del álgebra simbólica por el inglés George Peacock.
Otro avance destacado fue el descubrimiento de sistemas algebraicos que tienen
muchas propiedades de los números reales. Entre estos sistemas se encuentran las
cuaternas del matemático irlandés William Rowan Hamilton, el análisis
vectorial del matemático y físico estadounidense Josiah Willard Gibbs y los espacios
ordenados de n dimensiones
del matemático alemán Hermann Günther Grassmann. Otro paso importante fue el
desarrollo de la teoría de grupos, a partir de los trabajos de Lagrange. Galois
utilizó estos trabajos muy a menudo para generar una teoría sobre qué
polinomios pueden ser resueltos con una fórmula algebraica.
Del mismo modo que Descartes había
utilizado en su momento el álgebra para estudiar la geometría, el matemático
alemán Felix Klein y el noruego Marius Sophus Lie lo hicieron con el álgebra
del siglo XIX. Klein la utilizó para clasificar las geometrías según sus grupos
de transformaciones (el llamado Programa Erlanger), y Lie la aplicó a una
teoría geométrica de ecuaciones diferenciales mediante grupos continuos de
transformaciones conocidas como grupos de Lie. En el siglo XX, el álgebra se ha
aplicado a una forma general de la geometría conocida como topología.
También los fundamentos de las
matemáticas fueron completamente transformados durante el siglo XIX, sobre todo
por el matemático inglés George Boole en su libro Investigación sobre las leyes del
pensamiento (1854) y por Cantor en su teoría de conjuntos. Sin embargo, hacia
finales del siglo, se descubrieron una serie de paradojas en la teoría de
Cantor. El matemático inglés Bertrand Russell encontró una de estas paradojas,
que afectaba al propio concepto de conjunto. Los matemáticos resolvieron este
problema construyendo teorías de conjuntos lo bastante restrictivas como para
eliminar todas las paradojas conocidas, aunque sin determinar si podrían
aparecer otras paradojas —es decir, sin demostrar si estas teorías son
consistentes. Hasta nuestros días, sólo se han encontrado demostraciones
relativas de consistencia (si la teoría B es consistente entonces la teoría A también lo es). Especialmente
preocupante es la conclusión, demostrada en 1931 por el lógico estadounidense Kurt Gödel, según la cual en
cualquier sistema de axiomas lo suficientemente complicado como para ser útil a
las matemáticas es posible encontrar proposiciones cuya certeza no se puede
demostrar dentro del sistema.”(3)
Te destacaré también a M.C. Escher(1898-1972) que se dedicó a grabar en
madera ya que era un mal estudiante, (8), pero en esta realizó cosas como:
Circulo limitado IV. Un claro ejemplo artístico de
la representación de una geometría hiperbólica.(2)
La cinta de Moebius (8). Esta cinta fue uno de los
primeros espacios de topología exóticos con una única superficie que linda con
un solo lado. Dos cintas de Moebius engarzadas consigo mismas forman la botella
de Klein.(2)
“En la Conferencia Internacional de
Matemáticos que tuvo lugar en París en 1900, el matemático alemán David Hilbert expuso sus
teorías. Hilbert era catedrático en Gotinga, el hogar académico de Gauss y
Riemann, y había contribuido de forma sustancial en casi todas las ramas de las
matemáticas, desde su clásico Fundamentos
de la geometría (1899) a su Fundamentos de la matemática en colaboración con otros
autores. La conferencia de Hilbert en París consistió en un repaso a 23
problemas matemáticos que él creía podrían ser las metas de la investigación
matemática del siglo que empezaba. Estos problemas, de hecho, han estimulado
gran parte de los trabajos matemáticos del siglo XX, y cada vez que aparecen
noticias de que otro de los “problemas de Hilbert” ha sido resuelto, la
comunidad matemática internacional espera los detalles con impaciencia.
A pesar de la importancia que han
tenido estos problemas, un hecho que Hilbert no pudo imaginar fue la invención
del ordenador o computadora digital programable, primordial en las
matemáticas del futuro. Aunque los orígenes de las computadoras fueron las
calculadoras de relojería de Pascal y Leibniz en el siglo XVII.”
Una de
las primeras calculadoras fue la inventada por Pascal en 1642. La suma se
realizaba girando las ruedecitas con un estilete, pero otras operaciones
resultaban realmente difíciles”.(2)
”Charles Babbage, en la Inglaterra
del siglo XIX, diseñó una máquina capaz de realizar operaciones matemáticas
automáticamente siguiendo una lista de instrucciones (programa) escritas en
tarjetas o cintas. La imaginación de Babbage sobrepasó la tecnología de su
tiempo, y no fue hasta la invención del relé, la válvula de vacío y después la
del transistor cuando la computación programable a gran escala se hizo
realidad. Este avance ha dado un gran impulso a ciertas ramas de las
matemáticas, como el análisis numérico y las matemáticas finitas, y ha generado
nuevas áreas de investigación matemática como el estudio de los algoritmos. Se ha convertido en
una poderosa herramienta en campos tan diversos como la teoría de números, las
ecuaciones diferenciales y el álgebra abstracta. Además, el ordenador ha
permitido encontrar la solución a varios problemas matemáticos que no se habían
podido resolver anteriormente, como el problema topológico de los cuatro
colores propuesto a mediados del siglo XIX. El teorema dice que cuatro colores
son suficientes para dibujar cualquier mapa, con la condición de que dos países
limítrofes deben tener distintos colores. Este teorema fue demostrado en 1976
utilizando una computadora de gran capacidad de cálculo en la Universidad de
Illinois (Estados Unidos).”
“El Museo de la Ciencia de Londres
construyó en 1991, el primer Difference Engine completo en honor al nacimiento
de Charles Babbage. Tiene unas 4000 piezas y pesa más de 2’5 toneladas. El
aparato según lo concibió Babbage, sería un ordenador automatizado
con salida para impresora y alimentado con motor a vapor.”(2)
“Recreación del Colossus, ordenador
descodificador en Bletchley Park (1997). Se trata del primer ordenador
electrónico programable en el mundo. Ayudó a los criptógrafos a descubrir las
claves de German Lorenz durante la Segunda Guerra Mundial.”
“El conocimiento matemático del mundo moderno está avanzando más rápido
que nunca. Teorías que eran completamente distintas se han reunido para formar
teorías más completas y abstractas”
“Aunque la mayoría de los problemas más importantes han sido resueltos,
otros como las hipótesis de Riemann siguen sin solución. Al mismo tiempo siguen
apareciendo nuevos y estimulantes problemas. Parece que incluso las matemáticas
más abstractas están encontrando aplicación.
Actualmente profesor de la Universidad
de Yale y miembro emérito de IBM, es sinónimo de la geometría de
campo o fractal. Su interés en lo que luego denominó fractales, que empezó en
1951, culminó en 1977 con su libro “La geometría fractal de la naturaleza”.
Mandelbrot fue el primero en imprimir con ayuda de un ordenador lo que hoy se
conoce como el Conjunto de Mandelbrot. El Conjunto de Mandelbrot es en realidad
un conjunto de números. Poco a poco, a medida que las impresoras y los gráficos
informáticos ganaban potencia, se fue desvelando una estructura increíblemente
bella, con sus relampagueantes zarcillos dentados.
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